La Directora del C.E.N.S. Nº 1 Sra. Mónica Pellicciaro nos brindó en su discurso sentidas y certeras palabras conmemorando el Día del Maestro:
DISCURSO
11 de setiembre 2012
El
11 de Septiembre
conmemoramos el
día del Maestro por cumplirse el aniversario del fallecimiento de Domingo
Faustino Sarmiento quien fue escritor, senador, ministro, diputado, gobernador
y presidente, pero como él mismo lo ha dicho fue, ante todo: maestro
La
educación era su mayor preocupación, con visión de futuro admirable, concibió a
la educación como piedra fundamental indispensable para el desarrollo y
progreso nacional.
“Educar al
soberano”, dijo Sarmiento.
Y qué significa, cuál es el sentido de esta frase. Sarmiento vive en una época difícil, época
donde es necesario consolidar el Estado Nacional, construir un proyecto de
nación. Sus ideas giran en torno a la educación, sin un claro proyecto
educativo. Sin un lugar privilegiado para la educación no puede haber propuesta
política, ni económica. La educación es entonces el centro de la cuestión, el cimiento desde donde puede construirse una
nación. Es instrumento para el desarrollo y progreso nacional, es posibilidad
de existencia de organización jurídica, es la vida misma del país...
Esto merece una reflexión sobre los docentes y el perfil que debemos
tratar de construir, y que – de alguna manera- nos involucra a todo los que nos dedicamos a la formación de ustedes, los
alumnos.
Quien no se ha hecho responsable de su propia existencia, quien vive
como un ajeno su propia vida, no puede asumir la formación de otros.
ANNA HARENT – en uno de sus conocidos Ejercicios de Reflexión política
(BARCELONA. PENINSULA. 2003) – señala:
“La educación es el punto en el que decidimos si amamos el mundo lo
bastante como para asumir una responsabilidad sobre él y así salvarlo de la
ruina que, de no ser por la renovación, de no ser por la llegada de los nuevos
y los jóvenes sería inevitable. También mediante la educación decidimos si
amamos a nuestros alumnos lo bastante como para no arrojarlos de nuestro mundo
y librarlos a sus propios recursos, ni quitarles de las manos la oportunidad de
emprender algo nuevo, algo que ya no podremos hacer nosotros: renovar un mundo
común".
Para esto, debemos estar atentos para decodificar los mensajes de
nuestros alumnos, sus demandas, sus contracciones, las necesidades de la
sociedad y la cultura.
Y
también, ustedes, los alumnos, deben
saber que sin ustedes nuestro rol no tiene sentido, que son parte de nuestras
vidas, motivos de nuestras conversaciones, que nos interesa su futuro y estamos
comprometidos con él, y que asumimos con responsabilidad sus aprendizajes.
Estamos atravesados por las
transformaciones del sistema. Es necesario que ustedes nos ayuden a
crear la educación necesaria, la escuela distinta, las renovadas formas de
enseñar y de aprender, que posibilitará su
acceso al mundo plural de una cultura que parece infinita e inapresable.
Para esto, debemos reinventarnos
como docentes: ser distintos, seguros, creativos, dinámicos,
cumplidores, responsables, nuevos.
Para lograrlo debemos establecer una relación dialéctica entre el pasado
y el futuro.
La única manera de ser docentes en serio, es
dignificando la educación, darle sentido a nuestra profesión.
Y como
docentes que tenemos la responsable tarea de acompañarlos, deseamos el
reconocimiento que nunca debimos perder,
para que la escuela pública sea el
lugar de una actividad educativa
digna, que ofrezca igualdad de oportunidades, para el futuro de un país sin violencia, sin discriminación,
sin temores, sin pobreza, con equidad, con proyectos, con esperanza y con
desarrollo.
Cuando
flaquean nuestras fuerzas y nos surgen dudas sobre nuestro quehacer cotidiano,
son precisamente, ustedes, los alumnos los que nos devuelven la confianza para
seguir cada día. Por eso, homenajeemos hoy:
- A todos los que hacen docencia con decencia y pasión, hombres y mujeres que ven transcurrir sus días entre libros, tizas, apuntes y escuelas.
- A los que creen en sus capacidades para aprender y saber.
- A los que aprenden de ustedes.
- A los que sobrecargados de horarios y alumnos, logran despertar curiosidad por saber, enseñan, guían, acompañan, evalúan, escuchan y tienden una mano.
- A los que creen en utopías y tienen todavía esperanzas de cambiar el mundo.
- A los que tienen las manos siempre abiertas para dar y la disposición para transmitir.
- A los que sienten el paso de los años, pero saben que los que los siguen llevarán algo de ellos.
- A los que dan los mejor de sí, sin esperar retribución
- A todos los que hacemos Patria desde un aula, a los docentes de nuestra escuela: ¡Muy feliz día!